El capitán Malik y la tripulación de la Vihaan II buscan los únicos recursos importantes... y que solo se encuentran cosechando los gigantescos cadáveres de Dioses alienígenas que se hallan en el límite del espacio humano. Mientras otras naves de autopsias y otros exploradores compiten por hacerse con la carne, los minerales y los metales que sustentan a la raza humana, Malik ve la oportunidad de liberarse de este sistema siendo el primero en encontrar a un Dios vivo.