La mayori´a de las sirenas pasan toda su vida sin conocer la tierra. Caria si´ la conoce, y a menudo desea no haberlo hecho jama´s. En su mente queda el eco de la vida en el agua, de los caballitos de mar y de uno que otro trito´n. Sin embargo, en la tierra libra sus propias batallas y, al lado de sus padres, busca el modo de reencontrarse con el mar de diversas formas.