MANUEL ROCA Y SUS DOS HIJOS VIVEN EN EL CAMPO, UNA VIEJA GRANJA AISLADA. UN DÍA, UN MERCEDES VIEJO CON CUATRO HOMBRES DENTRO SUBE POR EL CAMINO POLVORIENTO QUE LLEVA A LA CASA. COMO SI DESDE SIEMPRE HUBIERA ESPERADO ESE MOMENTO, MANUEL ROCA, LLAMA A SUS HIJOS SIN PERDER UN SEGUNDO.