Besant también profundiza en cómo estos principios interactúan entre sí y cómo su desarrollo consciente lleva a un mayor conocimiento de uno mismo y al crecimiento espiritual.
Así mismo, explica que la evolución humana es un proceso continuo, que comienza con el desarrollo de los aspectos físicos y emocionales y culmina en la expansión de la conciencia espiritual.