Kiva Meridan tiene diecisiete años y ha pasado la última década luchando por sobrevivir en la famosa cárcel letal de Zalindov y trabajando como sanadora.
Tras la captura de la reina rebelde, a Kiva le encargan mantener con vida a la enferma terminal para que se enfrente a los juicios por ordalía: una serie de pruebas elementales contra los tormentos del aire, el fuego, el agua y la tierra asignadas solo a los delincuentes más peligrosos.