El autor se desempeñó como ayudante del doctor Joseph Bell, cuya capacidad de deducción inspiró el personaje de Sherlock Holmes, aparecido por primera vez en Estudio en escarlata (1887); el éxito del personaje fue instantáneo, sin embargo, su autor, cansado del famoso detective, lo desapareció en Las memorias de Sherlock Holmes (1894), situación que ocasionó las protestas de sus numerosos seguidores.