Tomás de Aquino es el hombre apasionado por la verdad y por el bien. En la vida de este pensador encontramos invariablemente como un fin que conscientemente ha escogido para su existencia, la búsqueda apasionada de la verdad.
La verdad en este filósofo es la estructura misma del universo, en su origen y en su fin. Pero no se trata sólo del universo material, del mundo de las constelaciones y de las galaxias. El universo es, ante todo, el mundo de Dios y el mundo de los hombres, de los cuales uno sólo sería suficiente para dar significado a todo lo que existe. El universo de las cosas se convierte así en la arena donde el espíritu humano lucha en su búsqueda de la verdad, a través del significado de todos los seres, en cuyo movimiento, contingencia, perfección y orden descubre las veredas que se convierten en otros tantos caminos para llegar hasta la Verdad, origen y fin de todos los seres verdaderos, que es Dios ...