En los años 90 del Siglo XX surgió la que estaba llamada a ser la máxima estrella del rock nacional... Pero no lo fue. Priscila, ejemplo de mujer desparpajada (y, sí, un poco malhablada), siempre aspiró a ser la nueva Janis Joplin, o de perdida la heredera de Alejandra Guzmán. De espiritu combativo y libre, terminó eligiendo un camino que la alejó cada vez más de los escenarios, la música, sus amigos, sus sueños. Esta es la crónica sin censura de su impetuosa juventud.