Las altas perspectivas y la inconformidad, la afirmación de nuestra identidad personal y la convicción para tomar decisiones son algunas de las cualidades que precisan quienes deseen conseguir éxito en sus empresas, en sus metas.
Los sistemas políticos y socioeconómicos mundiales han neutralizado al individualismo, han asignado al ser humano un papel clientelista y cómodo dentro de su engranaje que destruye nuestro instinto animal, la supervivencia.