Ahora que por fin se ha reunido con su familia en el Reino Luminoso, a Caly le cuesta asimilar lo que ha tenido que sacrificar para llegar hasta allí. Aunque aguarda con ansia la ceremonia en que recuperará la mitad perdida de su corazón, sabe que también tendrá que pagar un incómodo precio por volver a estar completa: habrá de casarse con su amigo de la infancia, el príncipe Aurelius, para afianzar su posición en la Corte Luminosa.