Feliz 53 cumpleaños, doctor. Bienvenido al primer día de su muerte”. Pertenezco a algún momento de su pasado. Usted arruinó mi vida. Quizá no sepa cómo, por qué o cuándo, pero lo hizo. Llenó todos mis instantes de desastre y tristeza. Arruinó mi vida. Y ahora estoy decidido a arruinar la suya. Al principio pensé que debería matarlo para ajustar cuentas, sencillamente. Pero me di cuenta de que eso era demasiado fácil. Es un objetivo patéticamente fácil, doctor. De día, no cierra las puertas con llave.