Todo el mundo sabe que no hay que meterse con Zeus, pero su hijo Apolo parece no darse cuenta. Para castigarlo, el dios del trueno decide mandarlo a la Tierra bajo la apariencia de Lester, un adolescente granoso y sin poderes, claro.
Ahora, el único modo que Apolo tiene de regresar al monte Olimpo es devolviendo la luz a las profecías de los oráculos que se han oscurecido.