Anna Green creía que se iba a casar con Liam «West» Weston tan solo para poder acceder a un apartamento familiar subvencionado mientras estudiaba en UCLA.
También creía que había firmado los papeles del divorcio tras lanzar los birretes al aire y separar sus caminos. Tres años después, Anna es una artista muerta de hambre que vive al día mientras West es profesor en Stanford.