Los pilares del modelo capitalista se están derrumbando.
Por una parte, el triunfo del neoliberalismo ha minimizado a la clase obrera como agente del cambio político y económico y, por otra, los cambios en las técnicas productivas producidos a raíz del avance de las tecnologías de la información están destruyendo el mecanismo de fijación de los precios y el concepto de valor económico.