El paranoico suele ser convincente, incluso carismático. En el no se reconoce delirio de una manera inmediata. Incapaz de una mirada interior, parte de la certeza granítica de que todo mal debe ser atribuido a los demás. Su lógica secreta avanza invirtiendo las causas, sin perder una apariencia de racionalidad. Esta locura lucida como lo definían los manuales de psiquiatría, consiste en un estilo de pensamiento que carente de dimensión moral, posee una preocupante capacidad de contagio social