“Con la cara pegada al horno”. De esta manera tan gráfica explica Ibán Yarza el momento más mágico del proceso de elaborar pan en casa, cuando todo el trabajo cristaliza en una sabrosa hogaza. Es fácil pero, sobre todo, es emocionante ver cómo esa masa que ha adquirido volumen en tus manos empieza a crecer, a dorarse, a formar una crujiente corteza, a convertirse en pan.