He tenido que decir que la oralidad es una simple técnica que, como la escritura, permite ingresar, continuar y producir decisiones en el proceso. No deja de darme pena que algunos ministros, muchos magistrados y casi la mayoría de los jueces, con algunos abogados, den a la oralidad una razón sustancial, no accidental del proceso. En muy poco tiempo hemos construido un "monstruo" procesal al que llamamos oralidad. Para no convertir la oralidad en impunidad es que estoy escribiendo sobre el tema.