Un niño escribe una carta y sale de casa para llevarla al correo.En su camino, es testigo de varios actos de violencia: un bombardeo, una explosión, el ataque de unos soldados. Al llega al buzón, se encuentra con un bravucón que quiere agredirlo. Sin embargo, con sólo una palabra, el niño lo detiene. ¡No! ¿No? No. Y así, como por arte de magia, convierte en actos de bondad lo que fue agresión.