Cuando el Príncipe Malandrin se porta mal, Jemmy, un niño huérfano, recibe un castigo en su lugar. Jemmy resiente la situación inicialmente, pero finalmente los dos se hacen amigos rápidamente y se van del palacio juntos.
Dibujos de tinta que representan trajes isabelinos y estilos de vida ilustran esta novela histórica.