Si bien en el pasado se vio obligado a convertirse en un negro literario para sobrevivir, dadas sus nulas capacidades sociales y mediáticas para promocionar su obra, Raúl Mazurek dispone ahora de un ?negro mediático?, un actor experto en comunicación oral, fotogénico y elocuente que lo ha encumbrado a lo más alto en cuanto a ventas y estatus y le ha permitido dedicarse a lo único que sabe hacer recluido en su casa, aislado del mundo y en el anonimato más absoluto: escribir sus novelas.