“La vida es una cosa horrible, desde el telón que hay detrás de lo que sabemos de ella aparecen demoníacos indicios que a veces la hacen mucho más horrible. La ciencia, ya bastante opresiva con sus impresionantes revelaciones, quizá sea el último exterminador de nuestras especies humanas - si es que somos especies separadas -, porque su reserva de inimaginables horrores nunca podría ser asimilada por los cerebros mortales si se cerniera sobre el mundo.