Cuando Guille Luis conoce a Vera y a Álix su vida toma un rumbo que nunca hubiera sospechado.
Él, un niño de diez años como cualquier otro, que ama los videojuegos, los cómics, las golosinas, le gusta ver la tele, jugar en el recreo y leer libros que develan misterios sobre el universo, deberá emprender una aventura con el objetivo de evitar el inminente Fin del Mundo.