El relato cuenta las andanzas revolucionarias de un extraño personaje que debe boxear para ayudar a la causa antiporfirista. Su retrato psicológico y la densidad que consigue, a la hora de narrar la pelea con un estadounidense feroz, crean una atmósfera muy peculiar que rompe con el esquema habitual.
Rivera pelea sólo con el propósito de comprar armas para la lucha revolucionaria y para ello se juega, literalmente, la vida.