México, 1935. Cuando descubre que Diego le es infiel con su hermana Cristina, Frida, que atraviesa un periodo de depresión ligado a su imposibilidad de ser madre, utiliza el dolor como inspiración para crear La mesa herida, una enigmática pintura de gran formato que años después formará parte de la primera exposición de artistas mexicanos en la Unión Soviética. Moscú, 1947.