¿Será que la hacemos juntos? Lo que me cansa y me preocupa de mi relación, ¿mejorará o empeorará con el tiempo? ¿Y si mejoran las cosas y yo me precipito a romper? Pero ¿Qué pasará si empeora esta situación? Si termino, ¿mi futuro será mejor o peor de lo que estoy viviendo? Si continúo con mi pareja, ¿podré lograr más bienestar y satisfacción? En ocasiones, muchas de estas preguntas vienen a nuestra mente creando un ciclo de indecisión repleto de dudas y desazón.