Marianela, una joven huérfana de pobres atributos físicos, sirve de lazarillo a Pablo, un joven ciego y de cómoda posición social, de quien ella se enamora. Pablo, quien solo conocía el mundo a través de las descripciones que le hacia Nela y de las abundantes lecturas que le hacia su padre, jura a Nela que sus sentimientos hacia ella eran los mismos.