Se pone énfasis en el análisis de las pruebas que no se desahogan por su propia naturaleza, sino que necesitan especial preparación, por cuanto estos medios de convicción implican el manejo de ciertas destrezas y habilidades por parte de los abogados, quienes deben dominarlas para alcanzar el éxito en los juicios orales civiles y familiares.