La flama de oxígeno con acetileno (oxiacetilénico) es la fuente de calor para soldar más antigua y, todavía, la más importante. la flama de oxiacetilénico se emplea en una gran variedad de oficios: herrería, mecánica automotriz, construcción, trabajos de lámina de metal, reparación de maquinaria e inclusive en la escultura.