Esta obra se originó en el trabajo de trinchera: quehacer penitenciario, cumplido hace más de tres décadas en la que fuera prisión modelo dela república mexicana y de otras, si me atengo a lo que dijeron los visitantes que supieron de aquella experiencia: profanos y conocedores durante varios años en que pude articular esa labor en el campo llano con el análisis de temas penales, criminológicos y carcelarios. De estos desvelos que lo fueron de veras en mi gestión como director del centro penitenciario del estado de México surgió una serie de artículos periodísticos publicados en el sol de Toluca, con los que luego se haría la primera edición (México, 1971) del manual de prisiones.