Para Gibran, la vida y la experiencia humanas deberían bastarse a sí mismas. Sus fábulas, ligeramente parecidas a las de Kafka, tratan del encuentro, a menudo cómico, de nuestros impulsos espontáneos con la autoridad y la convención. En sus poemas largos, nos invita a imaginar una forma de vida más auténtica e independiente, que no es terrenal ni espiritual, sino una unidad que cuestiona toda clase de ideas preconcebidas. El Loco, El Precursor, El Profeta y El Jardín del profeta, títulos reunidos en este volumen, no han dejado de editarse desde que vieron la luz y se han traducido a más de cincuenta idiomas. Parecen contener la propiedad mágica de nunca agotarse ni repetirse; cuantas más veces volvemos a ellos, más se entiende su mensaje y siempre tienen algo que decimos en las diferentes etapas de nuestras vidas.