Clarke, naturalista inglés, viaja a la Argentina para estudiar una liebre singular de las pampas, veloz como un rumor, pero que nunca nadie ha visto. Como corre el siglo XIX, lo guía un gaucho que muchas veces parece desorientado y lleva también, a pedido expreso del dictador Rosas, a un joven acuarelista sentimental que rara vez toca un pincel.