En esta obra, Hobbes explora su visión del contrato social y la estructura del gobierno. La metáfora del Leviatán se refiere a un monstruo marino bíblico, simbolizando el poder del Estado soberano.
Hobbes argumenta que, en el estado natural, los seres humanos viven en un estado de guerra constante, donde la competencia por los recursos y la desconfianza mutua prevalecen.