En un mundo repleto de estímulos sexuales, impulsados sobre todo por los medios de comunicación y la publicidad, Pilar Sordo explora cómo esa sobre erotización tiene efectos en nuestro mundo privado, y cómo, paradójicamente, ocasiona una reacción contraria a la que buscaba incitar. En efecto, ese exceso al parecer nos produce una sensación de anestesia frente a lo sexual, y entonces quedamos como adormilados frente al tema por esa exposición constante a las imágenes, colores, ruidos y programas de TV.