Alyce está encerrada en el manicomio Bedlam, muy enojada, dicen algunos. Su madre fue quemada, acusada de realizar brujería, su casa fue destruida y su espíritu aniquilado. Pero tal vez Alyce no esté tan desolada como parece.
La visita de dos extraños enmascarados le dará la oportunidad de escapar, y Alyce no la desaprovechará.