Incluso los dioses deben tener una reina. Hera, diosa inmortal e hija del ancestral titán Cronos, ayudó a su hermano Zeus a derrocar al tirano de su padre para que así ambos pudiesen gobernar el mundo.
Sin embargo, mientras establecen su reinado en el monte Olimpo, Hera sospecha que Zeus puede resultar ser tan cruel y despiadado como su padre, y eso la lleva a cuestionar el papel que desempeña a su lado.