Hanumân, el señor de los monos, es uno de los pocos dioses del hinduismo al que se adora en todas las castas y todas las sectas. Se le admira por su fuerza, su erudición, su sabiduría, su humildad y, en general, por sus muchas virtudes. Simboliza la devoción a lo sagrado, la incorruptibilidad y la rectitud. Es la deidad dedicada por completo al bienestar de todos los seres. Además, su carácter animal es un símbolo del carácter divino de la naturaleza, uno de los principios esenciales del hinduismo.