Cassel está maldito. Atormentado por el recuerdo de la chica de catorce años a la que asesinó. La vida en el colegio es una prueba constante, y en su casa todo es incluso peor. Allí nadie olvida que Cassel es un asesino. Nadie olvida que no es un obrador de maleficios.
La familia de Cassel trabaja para una de las cinco grandes familias mafiosas de Estados Unidos.