Los Otis adquirieron la mansión a pesar de la advertencia de que ésta era habitada por El fantasma de Canterville, que durante siglos había sembrado terror y muerte entre sus habitantes. ¿Cómo enfrentarán los pequeños gemelos Otis a un viejo y cansado fantasma? ¿Cómo hará la señora Otis para limpiar las añejas manchas de sangre del piso? ¿Cómo podrá el alma del fantasma descansar por fin, luego de tantos y tantos años de asustar gente?