Durante los 200 millones de años que duró el Mesozoico, el sol iluminó a los seres más asombrosos que han pisado jamás el planeta. Tras una de las mayores catástrofes de todos los tiempos, los supervivientes se expandieron en una variedad de formas y tamaños sin igual, llenando la tierra, las aguas, e incluso los cielos con gigantes que parecen sacados de las leyendas.