Es la figura que mejor encarnó el espíritu inquieto y renovador del siglo XVIII, el siglo de las Luce.
Imbuido por el ideal ilustrado, que pretendía, a partir de la razón y la libertad de pensamiento, forjar una nueva imagen del mundo, se propuso combatir la ignorancia, la intolerancia, la superstición, el fanatismo religioso y la tiranía.