Este segundo volumen de los Diarios abarca los últimos años de la vida del conde Lev Tolstói, que se vieron marcados por acontecimientos tan importantes como la muerte de Vániechka, el menor y el más querido de sus hijos, y, la inevitable huida de su casa de Yásnaia Poliana, a los ochenta y dos años, provocada por un matrimonio insostenible y una situación de privilegios que se había vuelto para él intolerable.