Aborda la responsabilidad de la ley para proteger la organización y el desarrollo de la familia ante los cambios de la sociedad mexicana, a partir de principios como la igualdad de cónyuges e hijos, la equidad de género, la corresponsabilidad entre generaciones de ascendientes y descendientes, la erradicación de la violencia familiar entre cónyuges, hijos, abuelos e incapacitados, la no discriminación sexual para el matrimonio y la libertad de ejercicio de los derechos en las funciones atribuidas a la familia.