En lo más profundo de la noche, una inmensa fogata ilumina repentinamente la ciudad de Turín y la peor de las noticias se dispersa por todo el mundo: el Santo Sudario ha sido destruido.
Cuatro meses después, en Roma, un escándalo convulsiona al Vaticano: el coronel Weistaler, jefe de la guardia suiza, ha sido asesinado brutalmente.