Francisco Cuetzpalómitl, o Huesos de Lagartija, superviviente de la guerra de conquista, encarga una obra muy especial a un pintor de códices. Esa obra demostrará a los españoles quiénes son los verdaderos dueños de las tierras que la derrotada nobleza mexica pretende apropiarse. Las cosas se complican cuando el códice es robado. Ello obliga a Francisco y a su hijo, Santiago, a emprender una desesperada y peligrosa búsqueda.