No cabe duda que los asuntos concernientes a los derechos humanos, representen el cénit en la concepción del Estado constitucional. Más allá de la aporía que significa el discurso inacabado y útil para la propaganda, pero inoportuno para la acción, es clara la exigencia de la sociedad mexicana que el Estado cumpla y satisfaga los derechos humanos en todas sus vertientes, sin excusas ni matices. El presente libro aborda algunas de estas cuestiones, que lejos del uso metafórico y la simulación, son casos representativos de la enorme deuda que el poder público tiene con los habitantes; se trata de casos irresolutos que, en la agenda de los derechos humanos, exigen una respuesta pronta, acorde a la configuración de México como un Estado constitucional y democrático, garante absoluto de cualquier manifestación sobre las condiciones para la vida humana plena.