La vida del joven Wataru es un desastre: No es muy popular en el colegio, apenas habla con su padre, su madre es muy estricta y para colmo, las chicas se burlan de él porque no cree en fantasmas. Desesperado, buscará la manera de cambiar su vida, de alterar su destino. Para lograrlo, se adentrará en el mundo mágico de Visión, una tierra habitada por extrañas criaturas que conviven con los humanos.