Ya lo dice el folclore, las leyendas y los mitos: las plantas son mágicas. Las brujas, las curanderas, las chamanas y sacerdotisas se sirven de ellas para preparar sus remedios, sus pociones y rituales.
Las plantas -con su alma y espíritus vinculados- son organismos completos que forman parte de ese todo en el que estamos incluidos y, por lo tanto, estamos interconectados con ellas.