Conejo está enfermo y necesita medicación constante en el hospital del bosque. Uno de esos días llega un lobo feroz y de repente, aparece un cazador disparando a diestra y siniestra. Por azares del destino, Conejo le salva la vida a Lobo y ahora éste último, de acuerdo al código de honor de los lobos, debe proteger a Conejo de cualquier amenaza, incluido el cazador. Así Lobo y Conejo vivirán muchas aventuras y se volverán cada vez más cercanos, claro, siempre con el portasuero a un lado.