A lo largo del tiempo he comprobado que los maestros son los puentes más poderosos para la vida de este libro (y de muchos).
Ellos han puesto en manos de sus alumnos los cuentos (y estoy infinitamente agradecida por ello) que conforman el libro y me han hecho comprobar la sed y la falta de material que entusiasme a los lectores tiernos.