El arte de amar permite observar una de las esferas más íntimas de la sociedad romana: los preceptos que se consideraban infalibles en el arte del cortejo. «Mientras podéis y vivís todavía años primaverales, divertíos: los años se van como el agua que corre.» Así anima Ovidio a mujeres y hombres jóvenes que deseen encontrar un amor fácil.